Querido misionero o misionera,

En primer lugar, quiero darte las gracias si estás escuchando este mensaje.

Me llamo Giulio, nací en Italia y me mudé a España hace más de 20 años por un proyecto Erasmus. Aquí conocí a Cristo.

Mi formación espiritual es pentecostal, dentro de las Asambleas de Dios, y, de hecho, estoy cursando un máster en Teología Pentecostal en la Facultad de la Asamblea de Dios, que recomiendo a cualquiera que quiera estudiarlo.

La pertenencia a una denominación no marca diferencias, pero sí distingue cómo entendemos que Dios actúa hoy en día, cómo se comunica y cómo nos impulsa a actuar con todo el corazón.


Tú tienes una visión única de la misión

Probablemente has venido a España desde tu propio contexto y ahora estás sumergido en una realidad que conoces o que estás conociendo.

🔹 Tienes la capacidad de ver cosas nuevas.
🔹 Comparas constantemente y adaptas la realidad.
🔹 La comparación es una forma de contextualización.

Algunas cosas pueden importarse y marcar un punto de inflexión, pero otras no, porque la realidad aquí es diferente.

Tú, igual que yo, porque estamos movidos por el mismo Espíritu, entiendes que la iglesia tiene que ser misional y que la misión va más allá de las fronteras de una congregación.

El Espíritu Santo te ha movido para alcanzar a personas de culturas diferentes a la tuya, o parecidas a la tuya, pero con historias personales, sociales y económicas distintas.


El reto de la colaboración entre ministerios

🔹 No siempre se logra una colaboración eficaz entre ministerios.
🔹 Tu agencia misionera tendrá muchos o pocos contactos.
🔹 Tú mismo tendrás muchos o pocos contactos.

Pero una cosa es cierta:
Los contactos son importantes, especialmente cuando se establecen para crear algo común que tenga un impacto en la sociedad.


Por eso estamos lanzando un movimiento: Jesús Conecta Contigo

Este movimiento busca establecer conexiones en el “kilómetro 1” entre congregaciones.

📍 En esta frontera, que se nutre de la sociedad, hay muchas personas que viven al margen de la fe, atrapadas en sus rutinas y preocupaciones.
Tal vez no tienen tiempo.
Tal vez no piensan en Dios.
Tal vez no quieren pensar en Dios ahora mismo.

Pero Dios nos envía para presentarles a Cristo.
Y tú, seguramente más que yo, tienes este llamado.


La barrera cultural no es un problema, sino una oportunidad

Para ti, la barrera cultural no es un problema, sino una oportunidad para discernir lo que puede funcionar en el territorio donde sirves.

Nuestro propósito es crear círculos de conexión que funcionen como bisagras entre la iglesia y la sociedad, en línea con la reflexión surgida en el último Congreso de Lausana:

“Una iglesia en cada persona y en cada lugar.”

Para esto, necesitamos ser parte del territorio.

🔹 No podemos escondernos dentro de una iglesia.
🔹 Debemos ir donde no hay iglesias.
🔹 No solo en pueblos, sino en barrios, zonas, etnias, culturas y nacionalidades.

Una iglesia en cada persona y en cada lugar” significa que una persona puede ser usada por Dios para comenzar algo que luego Él usará para que más personas lleguen a Cristo.


¿Cómo puedes ayudarnos?

Ideas
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Perspectivas
Sugerencias
Colaboración
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Ganas de hacer
O simplemente indicaciones para que otros puedan hacerlo

Queremos formar una comunidad preocupada e interesada por la ciudad, y para lograrlo, te necesitamos.

Necesitamos a todo el cuerpo de Cristo para planear proyectos realizables.
No queremos simples comentarios entre hermanos o amigos.
Queremos proyectos con una hoja de ruta que se concreten.

Ayúdanos a ser una comunidad de proyectos.